Silicea es un remedio homeopático común que puede iniciar cambios rápidos y dramáticos en la salud. También se encuentra entre un pequeño grupo de remedios que ayudan a tratar con éxito la enfermedad de Lyme. La sílicea se deriva del cuarzo, un mineral abundante que sostiene la estructura de los huesos, cartílagos, tejido conectivo, cabello, piel y uñas. Estas estructuras presentan los problemas que se fortalecen con este remedio.
¿Cuáles son sus características?
En casi todos los casos que he tratado constitucionalmente con Silicea, estaban presentes las siguientes características:
• Un cuerpo o un rostro desgarbado, a veces de apariencia “huesuda”
• Una cabeza que parece más grande de lo normal en relación con el tamaño del cuerpo.
• Ojos grandes y suaves
• Una personalidad “suave”
• Respuestas más lentas de lo normal
• Tendencia a tropezar y tropezar excesivamente.
• Movimientos torpes y/o falta general de coordinación.
• Algunas partes del cuerpo parecen insustanciales al conjunto, con incapacidad para unificarlas
El animal que necesita Silicea parece carecer de apoyo suficiente para el movimiento y la función dinámicos. Sin embargo, su torpeza no causa frustración; el caballo acepta su desgarba como si su cuerpo fuera incapaz de realizar un movimiento más armonioso. Puede parecer enfermizo o desnutrido o demostrar una sensación general de fragilidad, incluso si es bastante grande. Esta fragilidad puede ser física, emocional o ambas. Él despertará en ti sentimientos de protección.
En el caso de la enfermedad de Lyme, la situación suele parecer grave antes de que se reconozca. Puedes notar un nivel de lentitud y cansancio que provoca un esfuerzo excesivo en la realización de movimientos básicos, como caminar. El caballo estará deprimido y tímido, con tendencia a retraerse. Se sentirá perturbado por la presencia de otras personas incluso si no están muy cerca de él, pero en su estado de debilidad puede simplemente taparse las orejas hacia atrás como máximo que pueda hacer en respuesta a una intrusión percibida.
El ciclo de Silícea
A continuación se muestran los elementos que forman el ciclo de Silicea. Deberá recopilar sus propios ejemplos de cada uno para confirmar que el remedio es preciso para su caso:
• Fragilidad, debilidad
Columna débil, timidez, dientes rotos, articulaciones débiles.
• Sensibilidad hacia el mundo exterior
Ocultamiento, aversión a la luz o al sonido, sensibilidad al acicalamiento.
• Buscando protección
Cumplimiento excesivo, pasividad, cierre, ansiedad anticipatoria.
• Rigidez o rigidez
Artritis, cicatrices, estreñimiento, hinchazones duras.
• Inquietud o ansiedad
Inflamación, espasmos en las extremidades.
• Grietas, fisuras
Pezuñas quebradizas, ásperas y partidas
• Altas
Transpiración, erupciones pustulosas.
Silicea se utiliza a menudo en casos de «fallo de crecimiento». Observar al caballo que necesita este remedio da lugar a la sensación de que su propia estructura no puede soportar su crecimiento o expresión, independientemente de los cuidados que reciba. Esto es precisamente lo que hace que la necesidad de Silicea sea tan evidente y valiosa. En última instancia, este remedio proporciona acceso a lo que falta, para que su caballo pueda prosperar como debe.
Susan Guran es practicante homeopática e instructora de equitación terapéutica y vive y trabaja en Vermont. http://HomeopatíaHorse.com
Susan Guran es practicante homeopática e instructora de equitación terapéutica y vive y trabaja en Vermont. HomeopatíaHorse.com