Cuatro posibles emergencias relacionadas con caballos y cómo responder a ellas

Amas a tu caballo más que a nada y quieres hacer lo correcto para ayudarlo a vivir una vida sana y feliz.

Pero los caballos son propensos a sufrir accidentes y ni siquiera el plástico de burbujas puede prevenir todas las emergencias. Reconocer situaciones médicas comunes y saber cómo responder a ellas puede ayudarle a acelerar el camino de recuperación de su caballo. Aquí hay cuatro escenarios comunes que puede encontrar y consejos sobre qué acciones tomar hasta que llegue su veterinario.

1. Cólico

El cólico es la peor pesadilla de todo dueño de caballo porque este dolor de estómago severo puede requerir atención veterinaria o cirugía inmediata. El cólico puede ser causado por muchas cosas, incluyendo gases, una impactación (obstrucción) o un trozo de intestino desplazado.

Qué buscar: Signos de malestar en los caballos, que incluyen patadas, acostarse y levantarse repetidamente, morderse los costados, agachar la cabeza, falta de producción de estiércol, pérdida de apetito, aumento de la frecuencia respiratoria o sudoración en el cuello o los flancos.

Cómo responder: Conoces cada movimiento de tu caballo y puedes detectar incluso el cambio más sutil en su comportamiento. Cuando su intuición le diga que algo anda mal, llame a su veterinario de inmediato para explicarle lo que está viendo. Ofrecerán orientación sobre los próximos pasos, que pueden incluir:

  • Retirando heno, pienso y en ocasiones agua. Restrinja o no permita el pastoreo hasta que llegue su veterinario para limitar la acumulación de alimento y líquido en el estómago.
  • Mantener al caballo en un ambiente tranquilo cerca de un compañero si es posible.
  • Mantener el caballo erguido y caminar tranquilamente si es seguro hacerlo.
  • ¡Cuidando tu propia seguridad! Asegúrate de elegir un espacio con mucho espacio para que tú también estés seguro

Además, tenga en cuenta que las yeguas preñadas pueden tener un mayor riesgo de sufrir cólicos cuanto más se acerquen al parto y después de que nazca el potro, así que esté muy atento a las nuevas mamás en su rebaño y comuníquese con su veterinario de manera proactiva.

2. Heridas o laceraciones

Los caballos son curiosos y parecen encontrar rápidamente todos y cada uno de los objetos punzantes en un establo o en un pasto. Además, sus piernas tienen muy poca cobertura de tejido blando para protección, por lo que las heridas de las extremidades inferiores pueden potencialmente infectar una articulación o la vaina del tendón, lo que podría poner en peligro la vida.

En la mayoría de los casos, una emergencia por herida o laceración se debe a que un objeto protuberante perfora la piel sensible de un caballo o a que un caballo pisa un objeto afilado, como un clavo. Los bordes del asa de un cubo de agua y los clips de doble cara también pueden rasgar los párpados y las fosas nasales. Los caballos que se encuentran en manada también pueden lesionarse mientras patalean y juegan.

Consejo profesional: camine regularmente alrededor del establo de su caballo, el prado y las áreas de pasto para buscar peligros potenciales que puedan causar lesiones.

Qué buscar: Una lesión con hinchazón y dolor asociados al tacto, así como cojera severa o sin carga en una de las piernas. En algunos casos, un rasguño, un mechón de cabello faltante o una herida punzante pueden ser el único signo de una lesión. En otros casos, puede aparecer fácilmente sangrado activo o sangre seca.

  • Evaluar la ubicación y gravedad de la herida. A veces, una pequeña herida punzante con un sangrado mínimo en una articulación o un clavo que sobresale de la parte inferior de un casco puede ser más grave y tener un peor pronóstico que un gran colgajo de piel sangrante que cuelga de la región del pecho.
  • Las heridas superficiales en la cabeza pueden sangrar mucho, pero sanan relativamente rápido porque hay un buen suministro de sangre en el área.

Comuníquese con su veterinario cada vez que una herida sea más grande que un corte o rasguño menor, una herida esté ubicada cerca de una articulación o haya hinchazón o cojera. Lo que puede parecer una herida superficial o punzante menor podría ser más grave. Permitir que una pequeña lesión sane por sí sola puede provocar un problema que requiera un tiempo de inactividad prolongado y tratamiento adicional.

Cómo responder:

  • Si su caballo está sangrando activamente, aplique una venda de presión para detener el flujo de sangre con un polo o una venda de pie.
  • Si su caballo no sangra, aplique una manguera fría en el área para eliminar cualquier suciedad, grava o virutas visibles del sitio de la herida.
  • Utilice una solución antiséptica para limpiar la herida, lo que ayudará a reducir las infecciones bacterianas. Se recomienda utilizar guantes limpios y desechables durante el cuidado de la herida. Evite aplicar aerosoles o ungüentos antibióticos sin la aprobación previa del veterinario.

Siempre pida consejo antes de administrar medicamentos. Administrar el tipo, la dosis o la duración incorrectos puede generar efectos secundarios secundarios. Finalmente, si hay un objeto extraño (por ejemplo, un clavo o un trozo de madera), mantenga al caballo quieto y tranquilo y no lo retire hasta que llegue el veterinario.

3. Fiebre

La temperatura normal de un caballo varía, pero un rango aceptable generalmente es entre 99,0 y 101,5 grados Fahrenheit. Es probable que el ejercicio, especialmente en condiciones de calor y humedad excesivos, eleve la temperatura de cualquier caballo, pero los caballos sanos vuelven rápidamente a los niveles normales después de un período de descanso. Un aumento prolongado de la temperatura o una lectura que esté más de unos pocos grados por encima del promedio puede sugerir un problema.

Qué buscar: La fiebre puede indicar una infección localizada o sistémica. Cuando un caballo tiene fiebre, puede tener un aumento de la frecuencia respiratoria y/o cardíaca, dejar de comer y beber y tener áreas irregulares de sudor sobre el cuello o los flancos. Por lo general, también se comportarán de forma apagada y deprimida y pueden presentar párpados caídos u orejas de helicóptero.

Cómo responder: Cómo se siente tu caballo influye en los siguientes pasos. Por ejemplo, si la temperatura de su caballo es solo uno o dos grados más alta y come y bebe normalmente, es posible que su veterinario no opte por un tratamiento. En su lugar, pueden recomendarle tomar la temperatura de su caballo durante unos días.

Si la fiebre persiste o la temperatura de su caballo continúa aumentando, es una señal de advertencia. Es probable que su veterinario quiera evaluar a su caballo para determinar la causa subyacente y poder decidir un plan de tratamiento.

Adquirir el hábito de controlar la temperatura de su caballo una o dos veces al mes ayuda a establecer una base para que pueda identificar rápidamente un problema cuando note un cambio de comportamiento y su caballo se habrá acostumbrado a que le tomen la temperatura.

4. Lesión en los ojos o cerca de ellos

El ojo está formado por tejidos sensibles y puede ser el lugar de numerosas lesiones. Los caballos que se rascan la cara con una cerca, se golpean la cara con un trozo de heno o hierba alta o juegan con un compañero de manada pueden ser los culpables. Las laceraciones en los párpados o las úlceras corneales son algunas de las lesiones oculares más comunes y siempre se consideran una emergencia.

Qué buscar: Lagrimeo excesivo o hinchazón del párpado. Un caballo Es probable que también entrecierre los ojos o mantenga los ojos cerrados. Cuando mires a tu caballo de frente, las pestañas de ambos ojos deben apuntar en la misma dirección, aproximadamente 45 grados hacia abajo. Si las pestañas apuntan más hacia abajo en un lado, es probable que ese sea el lado lesionado.

Cómo responder: Cualquier lesión en el ojo se considera una emergencia y debes llamar a tu veterinario de inmediato. Evite que el caballo se frote la cara con la pierna, la pared del establo o el guía hasta que llegue su veterinario para evaluar la situación. Es posible que tengas que colocarle una máscara contra moscas limpia al caballo para ayudar a proteger el área.

Planifique con anticipación

Lo más probable es que tengas un botiquín de primeros auxilios para tu familia. Dado que sus caballos también son su familia, tener un kit para el granero o establo es una parte importante de la planificación proactiva y la propiedad responsable de los caballos. Cuando tenga los suministros necesarios y el conocimiento de las emergencias comunes, podrá responder más rápido y aumentar las posibilidades de que su caballo se recupere por completo.

Estos son los suministros básicos que recomendamos tener a mano para responder a emergencias:

  • Termómetro
  • Lubricante para el termómetro, como vaselina.
  • Estetoscopio
  • Guantes desechables de látex o nitrilo
  • Almohadillas de gasa de 4″ x 4″
  • Material de almohadilla de vendaje de pie o rollo de algodón.
  • Cinta elástica
  • Dormosedan Gel® (clorhidrato de detomidina), una solución conveniente cuando los caballos necesitan un sedante suave y de pie antes de ciertas situaciones estresantes y no dolorosas o procedimientos de cría como cambios de vendaje o corte
  • Tijeras para vendas
  • Cinta adhesiva
  • Solución antiséptica

Las heridas simples pueden desarrollar complicaciones graves si no se tratan o se tratan de forma inadecuada. Asegurarse de que su veterinario administre las vacunas anuales contra las enfermedades principales de su caballo puede ayudar a prevenir enfermedades graves y potencialmente mortales, como la rabia o el tétanos, causadas por bacterias que viven en el suelo.

Core EQ Innovator® es la primera y única vacuna que contiene todas las enfermedades principales (rabia, encefalomielitis equina oriental, encefalomielitis equina occidental, virus del Nilo Occidental y tétanos) en una sola inyección. Si se produce una lesión más de seis meses después de la última vacuna contra el tétanos, se recomienda un refuerzo contra el tétanos de acuerdo con las pautas de vacunación de la AAEP.1

Visite zoetisequine.com para obtener más información.

INFORMACION DE SEGURIDAD IMPORTANTE

No utilizar DORMOSEDAN GEL en caballos con bloqueo auriculoventricular (AV) o sinoauricular (SA) preexistente, con insuficiencia coronaria grave, enfermedad cerebrovascular, enfermedad respiratoria o insuficiencia renal crónica. No utilizar en caballos anestesiados o sedados, ni en condiciones de shock, debilitamiento severo o estrés debido a calor extremo, frío, fatiga o gran altitud. No utilizar en caballos destinados al consumo humano. Manipule las jeringas dosificadoras de gel con precaución para evitar la exposición directa de la piel, los ojos o la boca. Consulte la información de prescripción completa.

Referencias

1. Asociación Estadounidense de Practicantes Equinos. Pautas de vacunación para el control de enfermedades infecciosas. https://aaep.org/guidelines/vaccination-guidelines/infectious-disease-control. Consultado el 1 de junio de 2023.

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