Decir adiós a un animal querido no es poca cosa. Echemos un vistazo a lo que podría experimentar a medida que atraviesa el duelo y se recupera de la pérdida.
La emoción de traer un nuevo caballo a casa es incontenible. Te quedas sin aliento cuando baja del remolque, con los ojos muy abiertos, observando su nuevo hogar. ¡Tienes grandes planes! Decides una combinación de colores y compras algo nuevo. Se organiza su primera visita como herrador, mides las botas para los cascos nuevos y lo observas comer de un cubo nuevo. Radiante de júbilo en su primer viaje, siente que comienza su vida en común y se pregunta cómo vivieron sin él. Pero el tiempo pasa, como siempre. Pasan estos años agradables y de repente hay una enfermedad, un accidente o un cambio monumental en la vida y tú, muy tristemente, pierdes tu caballo.
Siguiendo tu mapa de duelo
Cada uno maneja la pérdida y el duelo de manera diferente. Para algunos, es fácil pasar a otro caballo, mientras que para otros la pérdida es abrumadora. Algunos nunca lo superan por completo. Ser consciente de dónde se encuentra en su viaje puede ayudarle a sentirse más cómodo en el camino. Aquí hay cuatro cosas que puede experimentar:
1. Expresar dolor a través de tu cuerpo
Los síntomas físicos del duelo son los más obvios y requieren la mayor cantidad de energía. Durante un tiempo, puedes experimentar llantos, risas incontrolables, dolores de cabeza, dificultades para dormir, falta de motivación y arrebatos explosivos. Puede haber miedo y mayor ansiedad, lo que provoca suspiros frecuentes y opresión en el pecho o el estómago.
2. Querer esconderse
La evasión y el deseo de aislarse pueden llegar a continuación. Evitas el granero y te invade una entumecida incredulidad. No puedes evitar preguntarte: ¿por qué? este ¿caballo? Añoras los días en que su puesto no estaba vacío.
3. Duelo agudo
La etapa aguda del duelo ofrece pensamientos sutiles y molestos. Hay preocupación y sensación de vacío, y la falta de motivación y confianza puede llevar a la culpa. Quizás empieces a preguntarte si podrías haber evitado la muerte de tu caballo. Puede surgir resentimiento hacia otros caballos o sus cuidadores.
4. Avanzando hacia el lanzamiento
Tenga la seguridad de que con el tiempo recuperará su vitalidad habitual. Esta etapa final puede ser profunda. Recuperará su capacidad para planificar y organizar, regresar al granero y reconectarse o formar nuevas relaciones. Quizás consideres adquirir otro caballo y recuperarás tu confianza y tu disposición a la alegría. Te sentirás más ligero de espíritu y tendrás el deseo de concentrarte en algo más que tu dolor.
Aceptando el dolor en tus términos
No importa cuánto intentes evitar los sentimientos de pena mediante la evasión o la distracción, con el tiempo se abrirán paso. La presa suele romperse en momentos inoportunos, por lo que es mejor controlarla. Reserva unos minutos cada día para sentarte con el dolor. Incluso podrías configurar un cronómetro, digamos de diez minutos. Cuando suene la campana, ve y haz otra cosa, algo que te guste. Administre el tiempo de duelo, en lugar de permitir que él lo controle. La autogestión y la conciencia del proceso te llevarán a través de tu tristeza y te llevarán directamente al otro lado.
Carole Herder es autora de los libros número uno en ventas No hay herraduras en el cielo y Huellas de pezuñas en el viaje. Su empresa, Cavallo, fabrica y distribuye botas para cascos y almohadillas para sillas Cavallo en 26 países en todo el mundo, y todos los productos Cavallo están diseñados y desarrollados por Carole. Ha recibido con honor el premio BCBusiness Women Innovator Award, el premio a la mujer emprendedora del Royal Bank of Canada, es miembro de la Women Presidents’ Organization y es instructora de yoga y profesora ayurvédica certificada de la Universidad Chopra.